domingo, 21 de abril de 2013

Evangelio Domingo 21 Abril


Lectura del santo Evangelio según San Juan 10, 27-30


En aquel tiempo, dijo Jesús:
–Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre y nadie las arrebatará de mi mano.
Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos y nadie puede arrebatarlas de la mano de mi Padre.
Yo y el Padre somos uno.


viernes, 5 de abril de 2013

Señales de Dios

Una vez un hombre susurró:
“Dios, dime algo”.
Y un árbol cantó. Pero el hombre no escuchaba.
Luego, el hombre habló más alto pidiendo:
“¡Dios, háblame!”.
Y el viento silbó a su alrededor. Pero el hombre no oía.
El hombre miró a su alrededor y gritó:
“¡Dios, déjame que te vea!”.
Y una estrella se encendió con fuerza en el cielo. Pero el hombre no veía.
Entonces, el hombre gritó:
“¡Dios, muéstrame un milagro!”.
Y en ese momento un niño nació. Pero el hombre no lo supo.
Luego, el hombre, ya desesperado, pidió a voces:
“¡Tócame Dios, haz saber que estás aquí!”.
Dicho esto, Dios bajó y lo tocó. 

Pero el hombre, sin darse cuenta, espantó la mariposa que volaba a su alrededor 
y continuó su camino creyendo que Dios no existía.

Te estuve esperando

Mientras te levantabas esta mañana, yo te observaba.
Esperaba que me hablaras, aunque fuesen unas pocas palabras preguntando mi opinión acerca de algún tema o agradeciéndome por algo bueno que te hubiese sucedido el día de ayer.
Pero noté que estabas muy ocupado...buscando la ropa adecuada que te ibas a poner para ir al trabajo. Seguía esperando mientras corrías por la casa arreglándote, creí que encontrarías unos cuantos minutos para detenerte y decirme ¡Hola ¡
Pero estabas demasiado ocupado...

Para ver si por fin me percibías, encendí el cielo para ti,  lo llené de colores y dulces cantos de pájaros... pero ni siquiera te diste cuenta de ello.
Te miré mientras te ibas al trabajo y esperé pacientemente todo el día.
Con tantas actividades supongo... que estabas muy ocupado para decirme algo.
De regreso, vi tu cansancio, quise rociarte para que el agua se llevara todo tu stress. Pensé que agradándote, te acordarías de mi. Sin embargo, enfurecido, ofendiste mi nombre. Deseaba tanto que me hablaras...Aún quedaba bastante tiempo. Después encendiste el televisor.
Esperé pacientemente mientras mirabas tu programa favorito, luego cenaste y nuevamente te olvidaste de hablar conmigo.
Te noté cansado, entendí tu silencio y apagué el resplandor del cielo pero no te dejé a oscuras.
Lo cambié por un lucero...en verdad fue hermoso, pero no estuviste interesado en verlo.

A la hora de dormir creo que ya estabas agotado.
Dijiste... Buenas noches, a tu familia, caminaste hacia tu cama y casi de inmediato te dormiste.
Acompañé con música tus sueños. Mis animales nocturnos se lucieron. No hay problema...porque quizás no te des cuenta que siempre estoy ahí para ti.
Tengo mas paciencia de la que te imaginas.
Quisiera enseñártela para que puedas tenerla con los demás.
Te amo tanto que espero todos los días por una oración y el paisaje que diseño cada amanecer es para tí.

Bueno... te estás levantando otra vez y no me queda otra cosa que entregarte todo el amor que siento por ti y continuar esperando que al menos el día de hoy me dediques solo... un poco de tiempo.
Tu amigo, Dios

Busco algo más, Nico Montero